lunes, 1 de agosto de 2016

¿Quién es más grande?






Una noche, Luna (que es un hombre) caminaba tranquilo por el cielo. Era una noche limpia, sin nubes, y soplaba una suave brisa. Miró hacia arriba, hacia abajo, miró todo a su alrededor, y dijo muy satisfecho:

-Verdaderamente, soy el ser más grande del universo. Nada ni nadie puede compararse conmigo.

Y una sonrisa orgullosa se dibujó en su cara, al escuchar sus propias palabras. Pero un lago aquí en la tierra, escuchó el comentario de Luna. Dio un respingo y decidió contestarle:

.Vamos, no puedes estar hablando en serio. ¿Acaso no te das cuenta de que mi lago te contiene?

Mira, ahí puedes verte reflejado en la superficie. Yo soy más grande, sin dudas.

La Luna casi dejó de brillar ante la insolencia del lago. Comenzaron a discutir, cada vez más alto, hasta que despertaron a un ratoncito que tenía su casa a orillas del lago. Mientras oía a la Luna y al lago repetir, una y otra vez, que cada uno era el más grande, dio un bostezo. Al hacerlo cerró un ojo, y se sorprendió al darse cuenta del descubrimiento que había hecho:

-Mi ojo -dijo en voz alta-, mi ojo izquierdo contiene a la vez al lago y a la luna. Mi ojo es el más grande.

Y se movía de un lado para el otro, mientras repetía: "mi ojo, mi ojo". En eso, lo vio una lechuza que, sin perder un momento, se abalanzó sobre el ratón y se lo comió de un bocado.

-¡Ja! -exclamó, luego de pararse en la rama de un árbol-. Ahora vemos quien es el más grande: es mi estómago, que contiene al ratón, su ojo, el lago y la Luna -dijo la lechuza satisfecha.

FIN

Tomado de: Leyendas, mitos, cuentos y otros relatos de ESQUIMALES. Presentado por Nahuel Sugobono. Ediciones Longseller. Año 2005. Páginas: 65 y 66.

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