miércoles, 30 de julio de 2014

La creación de la bandera del Perú y la fatalidad de su destino.


El libertador, cansado de la travesía marina, se sentó a la sombra de una palmera y a los poco segundos observando a las aves, se durmió. Soñó con unas de cuerpo blanco y alas rojas. Las había visto volar solo unos minutos antes. Soñaba que las aves volaban llevando la sangre de los patriotas en sus alas; "la llevan al cielo y al infierno", se repetía en sueños. Dios y el diablo, competirán por tener la mayoría y el ganador decidiría el destino de la nueva patria... soñó. Al despertar, el libertador quiso pensar que fue Dios el que ganó, y decidió que la bandera del Perú sería de colores rojo y blanco: rojo como la sangre derramada y blanca como la paz deseada.

Lo cierto es que fue el diablo quien atrajo la mayor cantidad de aves. El diablo ganó y el Perú forjó su destino. Y es que la calidad de políticos que nos han gobernado, solo puede explicarse como obra del diablo. Pero de la belleza del Perú, se encargaron las aves divinas.

Autor del relato: Chacho D'Acevedo.



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