lunes, 12 de agosto de 2013

Celular



El abuelo estrenaba ese día nuevo equipo de telefonía. Su nieto le había obsequiado un celular de esos que llaman Smartphone, equipado con batería de litio de larga duración. Se guardó el móvil en el bolsillo de la camisa. El abuelo se quedó dormido sobre un sillón. El teléfono comenzó a sonar. No escuchó el timbrar. Pasados unos dos minutos, vuelta la llamada, y al igual que la vez anterior no hubo respuesta. Pero después vino la tercera llamada. El vejete se despertó agitado. No tenía fuerzas para moverse. Como pudo se arrastró hasta la ventana de la sala y desde allí llamó a su hija quien estaba en el jardín. El teléfono seguía timbrando. El abuelo se desvaneció. La hija lo vio, corrió y sacó el celular del bolsillo de la camisa. El abuelo, abrió los ojos. Al mismo tiempo escuchaba: Papá, te he dicho que no guardes tu móvil en el bolsillo de la camisa, ya que se puede afectar el funcionamiento de tu marcapasos. Es lo que nos advirtió el doctor.

(FIN)

No hay comentarios:

Publicar un comentario