viernes, 2 de noviembre de 2012

Leer


Mi mamá gustaba de la lectura. Digo gustaba, porque ahora ella está en el mundo espiritual. No terminó la primaria, y siempre hacia esfuerzos en su economía para procurarme libros o revistas. Mi mamá leía y leía. Se pasaba tardes enteras.

Comentábamos lo que mutuamente íbamos aprendiendo. Ella cayó enferma y comenzó a perder la visión. Así que le buscaba libros con letras grandes. Después perdió fuerza en los brazos, así que encontré textos tipo tríptico, como eran antes los silabarios. Mi mamá terminó leyendo entonces, narraciones cortas, y lo mejor, seguíamos comentando.

Cuando uno lee, puede... viajar sin moverse. Puede aprender... disfrutándolo. Puede amar... digo, a la vida.




Saludos amigos.

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