miércoles, 11 de junio de 2014

La combi


Voy en una combi por la avenida Universitaria. El cobrador saca la cara por la ventana y el aire le golpea la cara. Va anunciando la ruta. Para el vehículo, “arrebata el cliente" a la combi colega y acelera. El cobrador sigue declamando su recorrido. Lo miro y me doy cuenta que le faltaba un brazo. Con el brazo muñón sostiene un letrero: Todo Universitaria. Con el otro brazo abre la puerta para que suban los pasajeros y cobra el boletaje... ¿cómo la hacía?, pues con coraje. El está jugándole al sistema con las reglas que este le impone y no se hace el rendido. Al final del día, una familia recibirá el fruto de su esfuerzo. Al día siguiente, vuelta al subir y bajar.

Bajé del vehículo y mientras caminaba me repetía:  Si la desesperanza me copa, pues me quedo inmóvil y allí me sentiría un perdedor. El cobrador con su valentía, me dio una gran lección.
                    FIN





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