viernes, 3 de febrero de 2017

La Luna y su esposa.









1
Antiguamente la Luna era un hombre que vivía en la tierra. La Luna-Hombre tenía su esposa y dos hijos. A su esposa le gustaba comer zapallo. La Luna y su esposa se pusieron de acuerdo para hacer una chacra de zapallo y poder alimentarse bien. La Luna-hombre estaba contento porque ya habían hecho una chacra grande y pensaba: -Vamos a cosechar en abundancia.

2
La Luna le encargó a su esposa que mantuviese limpia la chacra. Su esposa también estaba contenta y pensaba: -Que grande van a ser los zapallos. Pero ella no le iba a contar a su esposo sobre estos zapallos tan grandes. Ella quería engañar a su esposo y comerse sola los zapallos.

3
Un día la Luna-hombre le preguntó a su mujer: -¿Cómo están los zapallos?. Y ella le respondió: -Todavía están verdes. Su esposo le creyó. Otro día la Luna volvió a preguntar sobre el zapallo y su esposa de nuevo le negó siempre diciendo que el zapallo seguía verde. –Cuando estén buenos yo te voy a avisar –le dijo a su esposo y él le creyó, aunque ya con alguna duda porque la cosecha demoraba y llevaba mucho tiempo.

4
Otro día la Luna se dio cuenta que su mujer al irse a la chacra se llevaba su ichinik (tinaja), y regresaba tarde y muy contenta, siempre sin traer nada. Por eso su esposo molesto le dijo: -¿Por qué demoras tanto sino traes nada? Es tiempo ya que los zapallos estén grandes y los comamos. Así, desconfiado el esposo Luna siguió a escondidas a su mujer y vio lo que ella hacía, porque en verdad la mujer engañaba al Hombre-Luna. Al llegar a la chacra primero prendía su candela y luego empezaba a cocinar zapallo y ella solita se ponía a chapear (Moler y mezclar frutos o vegetales), por eso regresaba muy tarde.

5
El esposo Luna al ver a su mujer solita se ponía a comer, se puso molesto, regresó a su casa y le dijo a su hijo mayor:
-No quiero seguir viviendo en la Tierra. Yo me voy arriba porque tu madre me engaña. Cuando venga le dices que estoy arriba.

En ese momento mientras hablaba una escalera de soga cayó a la tierra y por allí empezó el Hombre-Luna a subir junto con su hijo menor.

6
Cuando el Hombre-Luna y su hijo estaban subiendo gritaban unas aves diciendo: -¡digshap, digshap!.

La Luna le dijo a su hijo: -No mires eso hijo- pero el miró y se convirtió en gavilán. Entonces La Luna dijo: -Cuando el sol esté en medio del cielo siempre gritarás- y por eso siempre grita ese gavilán.

7
Cuando regresó la mujer de la chacra preguntó por su esposo Luna y su hijo mayor le contó diciendo: -Mi papá se fue arriba. Entonces la mujer desesperada también empezó a subir por la misma soga. Pero sus esposo Luna estaba arriba mirando molesto y esperó que su mujer avanzara y cuando estaba muy arriba, le cortó la escalera de soga. La mujer se vino abajo, cayó y se reventó su barriga y también el zapallo que ella había comido. El Hombre-Luna dijo entonces: -Ese zapallo que has derramado se convertirá en ave. Por eso ahora cuando la Luna sale siempre grita el ave llamada auju (Ayaimama, ave nocturna).

FIN

Tomado de: Relatos Amazónicos Ikamia Augmatbau. Año 2004

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