miércoles, 1 de febrero de 2017

Ayahuasca







Antiguamente el pueblo Awajun tomaba ayahuasca para visionar el futuro. Así sabían cómo enfrentar a sus enemigos. Quienes querían tener visiones debían antes dietarse –controlar el consumo de ciertas comidas y bebidas, así como mantener abstinencia sexual- y tomar la ayahuasca varias veces.

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El Waimaku –Hombre de alto mando- cantando y tocando el Tuntui –tambor Awajun también conocido como manguare-, preparaba ayahusca y luego hacía que su gente la bebiese. Todos entonces se ponían borrachos y el cuerpo les temblaba porque el brebaje los ponía débiles. Luego apoyados en un bastón se dirigían hasta una catarata y dormían al pie de ella buscando alcanzar su Ajutap – Poder-.

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Cuando amanecía el Waimaku les preguntaba si habían adquirido el Ajutap. Todos tenían que decir la verdad, y los que no habían logrado conseguirlo estaban obligados a seguir intentándolo para convertirse en buenos luchadores. Los que poseían el Ajutap confesaban, uno a uno al Waimaku, sus visiones y como habían sentido el poder del temblor, el de hacer caer el sol y la luna, el de la candela, de la lluvia, del frío, del tigre o el poder del sueño.

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Cada visión de un guerrero tenía su significado y frase invocatoria. El hombre que tenía el poder del temblor decía: ¡Chuu, chuu wiya nugka pegag, pegag wajaun winmag tau! -¡Yo he visto que la tierra tiembla!- Cuando decía eso la tierra temblaba y las casas se destruían. Los enemigos entonces huían corriendo, y el guerrero con el poder del temblor mataba a todos los hombres, menos a las mujeres y los niños porque así lo mandan las normas Awajun.

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El guerrero que tenía el poder del sueño, atacaba de noche haciendo dormir profundamente al enemigo, y luego empezaba a matarlos sin que nadie lo supiera.

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Estos son los poderes de la ayahuasca, por eso los Awajun hasta hoy la tomamos. Ella nos ayuda a predecir el futuro, encontrar nuestras familias perdidas en el bosque, curar a los enfermos y luchar contra los enemigos.

FIN

Tomado de: Relatos Amazónicos Ikamia Augmatbau. Año 2004. Páginas 27 a 34

1 comentario:

  1. Excelente. Estoy intrigado: candela, lluvia, frío, tigre. Por favor, este relato puede ser mucho más interesante.

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