sábado, 2 de marzo de 2013

Z


De niño me llamó la atención el saber de una película, que por nombre solo tenía una letra: Z. A pesar que solo era apta para mayores de 18 años, fui a una sala de cine para ver las fotografías del film. Resulta que no habían fotos. Eso sí, vi un afiche en la que aparecía una gran letra Z en color rojo. Debajo de la letra roja, aparecía el mensaje: Basada en la novela del mismo nombre.

Dos días después, escuché en las noticias, que la película no se proyectaba más. Se había prohibido su exhibición. Me pregunté: ¿Qué se mostrará en la película, que no pueda verse?

Mucho tiempo después, mientras buscaba libros en el Campo Ferial Amazonas, vi un matorral de textos y entre ellos un volumen con pasta de color naranja y una letra Z por toda portada. Lo cogí. Abrí el libro. Era la novela Z, escrita por el griego Vassilis Vassilikos.

En la contraportada, aparecía también una Z. Debajo, había una glosa: “El 27 de mayo de 1963, fue muerto el diputado Grigoris Lambrakis, un activista del pacifismo. El crimen generó gran indignación en toda Grecia. En muchas ciudades, comenzaron a aparecer pintas en las calles con una única letra: Z.

El texto estaba muy maltratado. Muchas de las hojas tenían la esquina doblada. El lomo del libro: totalmente curvado. Aún así lo compré. Pagué un sol. El valor, superaba largamente lo que gasté en la adquisición. Contento me llevé el ejemplar a casa. Por fin sabría de que iba la película prohibida.

En casa, con cuidado separé la pasta del libro. Con una cuchilla partí el lomo por la mitad. La curvatura desapareció. Pegué nuevamente la pasta y alisé todas las hojas. Dejé al libro en una prensa, para que recupere su “cuerpo”. Al día siguiente, tenía ya un ejemplar totalmente renovado. Lo forré con vinil y comencé a leerlo. Leía en casa y también mientras viajaba al trabajo.

Por esas épocas yo atendía una unidad de test de amortiguadores de autos. Los usuarios llegaban, estacionaban el vehículo sobre la máquina y yo procedía a hacer la prueba. Luego, como parte del servicio, imprimía los resultados. Con el propósito de tener un registro, solicitaba al usuario la tarjeta de propiedad. Una mañana, llegó un cliente. Hice el test y mientras copiaba los datos de la tarjeta, el usuario me contó: soy griego. Conversando, le comenté que estaba leyendo un libro sobre su país. Él me dijo que si lo tenía a la mano se lo mostrara. Se lo alcancé. Al verlo, se le abrieron los ojos, y dijo: “Yo conocí al magistrado que llevó a juicio a los generales. El era un tipo muy valiente”. Inmediatamente después agregó: “¡Te compro tu libro!”, le dije: es usado, no es nuevo, pero si lo quiere, llévelo. Se lo doy.

Tiempo después, pude hallar la película. Una coproducción franco-argelina y que ganó dos premios Oscar, uno de ellos como Mejor Película Extranjera.

El asesinato del diputado ocurrió siendo gobierno de Grecia, una Junta Militar. En la escena final del film, se puede leer lo que estaba prohibido por esa Junta:

Movimientos Pacifistas. El derecho a la huelga. El pelo largo en los hombres. Los Beatles. Música moderna y popular. Sófocles. León Tolstoi. Esquilo. Escribir que Sócrates era homosexual. Eugene Ionesco. Jean Paul Sartre. Antón Chejov. Mark Twain. Samuel Beckett. La sociología. Las enciclopedias. La libertad de prensa. Las matemáticas modernas y también se prohibía la letra Z, que en griego antiguo significa: ¡Vive!



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