viernes, 29 de abril de 2022

Leyenda del origen de Cahipozo

 





Hace mucho tiempo, en las cumbres de Palcamayo, vivía una joven pastora, muy hermosa, cuya ocupación era la de apacentar un rebaño de llamas. Una tarde, ella se encontraba sentada mientras cuidaba su rebaño, cuando un profundo sueño la invadió y se quedo dormida.

De casualidad paso por el lugar un joven, el cual advirtió la presencia de la bella joven dormida. Él se acerco hacia ella, la miro, se quedo mirándola admirando su belleza cuando de pronto ella despertó. La joven pastora, ruborizada y asustada por el estado en el cual fue hallada se paro y trato de retirarse, sin embargo una fuerza extraña la detuvo.

Ambos jóvenes se quedaron mirándose el uno al otro, conversaron y sintieron amor el uno por el otro. El joven entonces un día, propuso presentarse ante los padres de la joven pastora, para pedir su mano y poder casarse. Ella recibió la propuesta con gran alegría, así pues, el día convenido él se presentó ante los padres de su amada. Contrario a lo que esperaba, la respuesta de los padres fue negativa. Ellos no aprobaban la relación.

Ambos jóvenes enamorados quedaron sumidos en la tristeza. Ellos ante la situación planearon entonces huir con dirección desconocida. Llegaron a Colla Pata, una poza salina en las alturas de Palcamayo, ahí se pusieron a descansar. Mientras descansaban y miraban las azuladas aguas que brotaban del pozo, quedaron apoderados por algo extraño, ellos miraban el fondo del pozo y veían un paraíso maravilloso. Entonces, magnetizados por ello, tomados de la mano se sumergieron en aquel pozo desapareciendo a los segundos. Quedó solo como evidencia una colorida honda, que la pastorcilla empuñaba para cuidar su rebaño. Una anciana del lugar, que de lejos presenciaba tal escena quedó atónita ante tal escena. Ella se acerco hacia el pozo, para ver que había sucedido con los amantes cuando sorpresivamente salieron de la poza dos palomas y juntas alzaron el vuelo y se alejaron del lugar.

Las palomas entonces divisaron un cerro muy parecido a Collapata, y descendieron en sus faldas. Era la montaña de Patamarca. Los moradores de aquel lugar asombrados por ver a las palomas, se acercaron muy raudamente, sin embargo no encontraron a las palomas, sino a dos piedras blancas. Uno de los tantos curiosos levanto las dos piedras y para sorpresa de todos, se encontraban ahí dos pozas de aguas cristalinas. Una poza de agua salada, correspondiente al palomo, y la otra de color verduzco, no muy salada correspondiente a la paloma. La maldición de los enamorados, había hecho que se secara la poza de Collapata y se trasladase a Patamarca.

El pueblo celebró la aparición de las pozas y desde entonces le dedican toda clase de respeto y cuidado.

Y ese es el origen de las pozas de Cahipozo, llamadas también Cachipuquio. 

Nota: Cachipozo son dos manantiales de agua salada. Uno de los manantiales tiene un porcentaje de 80% en peso de sal. El otro supera el 95%. Están ubicados muy cerca de la ciudad de: San Pedro de Cajas, en Tarma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario