martes, 12 de agosto de 2014

El Chuyachaki en la otra selva


 ¿Y si todas esas historias de seres terribles y 
oscuros que hablan en las profundidades 
de la selva del Amazonas, fueran reales?
¿Qué harías si el chullachaki viviera 
a una cuadra de tu casa?



Este es un texto que se lee en un "tris". A mí me bastó el trayecto en "combi" desde la Avenida Tacna en el centro de Lima, hasta la Avenida Pacasmayo en El Callao.

Lo primero que aprendí es la declaración del Plan Lector Nacional, que aparece en el revés de la portada. Este plan se inició en el 2006 y la meta es que cada alumno de escuela lea un libro por mes. El propósito reducir la cidra de que 8 de cada diez niños, no comprenden lo que leen.

Es bastante conocido el mito selvático del Chuyachaki, aquel ser, espíritu maligno que se aparece a los caminantes solitarios en los senderos que atraviesan la selva, asumiendo la personalidad de los seres cercanos como familiares o amigos. El propósito del Chullachaki es capturar a la persona o enloquecerlo. Se caracteriza por que tiene un pie torcido y una pierna ligeramente más corta que la otra.

Gustavo Rodriguez es un publicista y también un escritor: La furia de Aquiles, La semana tiene siete mujeres etc.

"El Chuyachaki en la otra selva" traslada el mito selvático a la ciudad. A Lima, a la selva de cemento. Carlos es un niño de unos once años quien gusta de comer tacacho en el puesto 64 del mercado de Magdalena. Una vez al mes se regalaba esta delicia, la cual era preparada por la señora Zoila. Un día, ella sin previo aviso desaparece. Ahora el nuevo conductor del puesto es un tipo raro, de uñas larguísimas y orejas puntiagudas. Mirada penetrante y que es muy hábil en el uso del cuchillo, Carlos observa que este personaje cojea...







Soy Narrador. Para funciones y presentaciones, contactarme al fono 996583864 o  escribir a: ctorres1000@yahoo.es

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