Un relato de como unas tribus del desierto de Marruecos, ven el pecado original.
Estaba Eva paseando por el Edén, cuando se le acercó la serpiente. "Come de esta manzana", le dijo.Eva muy bien instruida por Dios, se negó."Come de esta manzana", insistió la serpiente, "necesitas ser más hermosa para tu hombre"."No lo necesito" respondió Eva, "porqué el no tiene otra mujer aparte de mí."La serpiente se rio: "Claro que la tiene".Y como Eva no le creía, la llevó hata lo alto de una colina, donde había un pozo. "Esta dentro de esta caverna; Adán la ha escondido allí".Eva se asomó y vio, reflejada en el agua del pozo, a una bella mujer. Entonces comió de la manzana que le ofrecía la serpiente.
Según las mismas tribus de Marruecos, vuelve al Paraíso todo aquel que se reconoce en el reflejo del pozo, y no tiene miedo de si mismo.
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