Hola amigos. Quiero referirles un poco de mi y de mi faceta de narrador. Yo estudié Ingeniería Eléctrica y soy especialista en baterías, de esas que acumulan energía y son para aplicaciones en iluminación o sillas de ruedas a motor.
Yo de niño tuve la suerte de heredar una biblioteca. Bueno heredar es una forma de decirlo. Sucede que un señor que gustaba de las lecturas, al morir dejó en casa muchos textos. Su familia no compartía esa afición, así que los libros estaban deteriorándose. Un día, me dijeron: ¿Quieres llevarte los libros? y me los llevé a rastras dentro de un costal. Allí en esa talega, iban viajando los volúmenes, como pasajeros en apretado bus: Los Tres Mosqueteros de Alejandro Dumas. Sabiduría China, y La Importancia de Vivir de Ling Yutang. Los Perros Hambrientos, El Mundo es Ancho y Ajeno y La Serpiente de Oro, los tres de Ciro Alegría. Selva Trágica y Sangama de Arturo D. Hernández. También eran de la partida Julio Verne y su Miguel Strogoff. Esa experiencia de mudanza de libros, fue la simiente de la biblioteca que a lo largo de los años, he podido reunir.
La más de las veces, los libros me han salido al encuentro. Claro hay ocasiones en que alguien me recomienda un título y entonces lo busco para leerlo. Pero usualmente, el libro es el que me encuentra.
Jesús es un amigo librero. El tiene su negocio en Quilca. Allí los libros están como en matorral, en montañitas. Uno va buceando y va realizando sus hallazgos. El viernes pasado, Jesús me vendió un libro de la chilena editorial Zig Zag. Es un volumen en pasta negra y de título: ATOMO. El autor es Karl Aloys Schenzinger. La edición es del año 1957. Es una novela sobre la energía atómica, que arranca con los griegos Leucipo y Demócrito. No la he leído aun.
En la Internet, busqué información sobre el autor. No tuve éxito. Wikipedia tiene una corta referencia, pero en idioma alemán. Tampoco hay enlaces que me puedan informar sobre la novela. Así que esta es una oportunidad para hacer una reseña de este raro título.
Ayer me decía, vivimos tiempos de Internet. Ahora se cuenta con un medio que nos suministra información diversa y abundante sobre casi cualquier tema. Entonces: ¿Cómo se hacía antes investigación? ¿Cómo se seleccionaban los títulos a editar, sobre todo si estaban en idioma extranjero? Es impresionante lo que se logró antes de la llegada de las www.
Donde Jesús, por ejemplo conocí la obra de Gary Jenning: Azteca, una novela "total" sobre los últimos días del Imperio Mexica. Esta historia, formaba parte de una trilogía. Luego de tres años, y gracias también a Jesús, logré completar los dos títulos restantes de la saga: Otoño Azteca y Sangre Azteca. En el último texto, se menciona a un personaje: La Monja Alférez, quien vivió en estas tierras, allá por el siglo XVII. Pues la historia de esa monja, también me la vendió Jesús.
Lo usual es redactar una glosa sobre un libro, luego de haberlo leído, y así compartir con el lector que se allegue por el blog, lo que uno aprendió y gustó de la novela. Pero lo que ahora escribo es referido a lo que todavía no leo. Espero que con mi discurrir, no esté cansando o desalentando a algún visitante que se avecine por Narracentro.
Sospecho que la trama de la novela de Aloys, va de divulgación científica. Siempre me apasionan los títulos que involucran descubrimientos en ciencias. Escribo esto, y me recuerdo la novela de José Calvo Poyato: Hypatia, la historia de la célebre matemática de la escuela de Alejandría.
Hasta aquí llego por hoy. Gracias visitante por leerme. Por volver a este espacio. Por dejar algún comentario si es que así lo consideras necesario. Mientras preparo la glosa para la novela ATOMO, pues aquí la imagen del libro:
Hola, qué fue de tu aventura con el libro Atomo?, o lo lei hace muchos años. Lo conservas?, no lo quieres vender? Aguardo comentarios
ResponderEliminarRecuerdo el comienzo: "te prevengo, Lucipo"
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