jueves, 12 de junio de 2014

El mundial


Eran las cerca de las 2 de la tarde. Perú iba por su primera victoria en el mundial España 82. Tenía que ser así, si le habíamos ganado a Francia nada menos que en el Parque de los Príncipes. Sí a la Francia de Michel Platiní. Nosotros mínimo estábamos para el grupo de los cuatro grandes. El equipo tenía a Uribe el "Diamante Negro", Rubén "Panadero" Diaz, César Cueto el "Poeta de la Zurda" y a Teófilo "El Nene" Cubillas, autor del gol de 'Hoja Seca' frente a Brasil en la Copa América.

Yo hacía prácticas en una fábrica de baterías. A la hora del almuerzo llegué al restaurante de la tía "La Peligrosa". Ella estaba sentada en una banca alta cual si fuera su atalaya de vigía. El televisor un Quintrix a color de 27 pulgadas, mostraba ya las imágenes. La tía vigilaba quien entraba y que iba a consumir, es que tampoco se iban a ganar con un partido consumiendo solo menú o una gaseosa.

Con unos compañeros me senté en una mesa. No tenía dinero y pedí: Arroz a la cubana. La tía escuchó y lanzó un grito: "Tiene que agregarle un bisteck montado si quiere ver el partido". No tuve opción. Me prestaron un sencillo y accedí al consumo mínimo.

Comenzó el partido. Los comensales entre risas veían los primeros toques, total Camerún era pan comido. Cuando en eso Roger Milla tocó el balón y su potente zurdazo casi fue gol. El bisteck lo sentí duro. La sal no salaba y Camerún avanzaba. Mi compañero coge con la mano la pierna de pollo de su pollada, se la lleva a la boca, en eso la mano se queda inmóvil. El bocado no ingresa, gooool de Camerún. Silencio en el restaurante. Gol anulado. Todos: ufffff.

Perú no daba una. El partido fue de Camerún. El entusiasmo decayó. Los comentaristas comentaban y la comida se enfriaba. La gente se fue retirando. La Peligrosa con estupor veía que sus clientes se marchaban. Eso no estaba en su cálculos, ¿quien iba a comerse las cincuenta raciones de pollada y el ollón de carapulcra?.

En eso el Abel tuvo una genial idea. Sí Abel, el hijo mayor de La Peligrosa, el bueno para nada, el que se levanta a las 11 de la mañana. Abel saca un jonca de cerveza y pone una botella por mesa. Jugada genial, los comensales regresan. Todos brindan. No interesa el partido.

El score final fue: Camerún 0 - Perú 0, pero en realidad los africanos merecían ganar. El score de Abel fue: 15 cajas de cerveza vendidas además de todas las polladas y el ollón de carapulcra. Camerún fue la revelación de España 82 y Abel la revelación del restaurante de La Peligrosa.

FIN




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