Era la hora del almuerzo y le habían encargado cuidar un puesto de venta de libros usados en el campo ferial Amazonas. Ella no sabía de novelas, ensayos o cuentos. Su negocio eran las películas y la música en discos. Comía con apuro para que el rico menestrón no se enfríe. De pronto le avisan: Un cliente pregunta por la canción El Estúpido. No quiere perder la venta. Deja el plato sobre unos libros. En sus bolsillos busca una servilleta. No encuentra. Mira a su alrededor, ve un libro muy grueso y envejecido. Abre la pesada tapa y arranca una hoja, la que usa como limpia boca. Yo me acerqué para mirar el texto. Sobre la tapa llevaba este título: Cuentos incompletos.
(FIN)
Autor: Carlos Torres. Setiembre del 2013.
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