Julio Ramón Ribeyro, nos cuenta en su libro: Dichos de Luder lo siguiente:
"LUDER regresa de su habitual paseo por el malecón.
Estoy confundido - dice -. Cuando me aprestaba a gozar de una nueva puesta de sol, un vagabundo salta la baranda, camina hasta el borde del acantilado, se baja los pantalones y se caga mirando mi crespúsculo. Eso demuestra la relatividad de nuestras concepciones estéticas"
Yo, no soy Luder.
Pero una tarde iba yo en bus. Este se detuvo en el cruce de las
avenidas Habich y Panamericana Norte, en lo que es el distrito de San
Martín de Porres aquí en Lima. En esa esquina había una construcción. Eran unas oficinas de un solo piso, como una caseta, pero hecha de
ladrillos y techo de concreto. El local, llevaba un cartel grande donde
se leía: Poder Judicial - Asesoría Jurídica Gratuita.
El semáforo, detuvo el andar de los
carros que iban por Habich, y yo allí, en uno de ellos. De pronto vi a un
tipo con un papel en la mano. Se acercó a la pared del local de
asesoría jurídica. Este estaba cerrado. Serían como las seis de la tarde
de un día de verano. De pronto, el tipo se guarda el papel en el
bolsillo trasero y escala la pared del recinto.
Ya en el techo, saca el papel
del bolsillo, se baja el pantalón y se encunclilla...ese hombre,
literalmente, se estaba cagando en la justicia, a las seis de la tarde,
de un día de verano, cerca de la puesta del sol.
Saludos amigos. Agradeceré sus comentarios
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