.
Cuenta la leyenda, que hace tiempo, los árboles podían ir de un lado para otro, porque siempre era primavera y el viento los acariciaba suavemente. Pero un día, los árboles de hoja ancha se volvieron vanidosos y desafiaron al viento. Decían que eran tan fuertes y flexibles que ni el más terrible de los huracanes podía arrancar sus hojas. El viento se enfadó y aceptó el desafío. Los árboles de hoja fina se refugiaron en las montañas. Los otros esperaron al viento, y empezó el temporal.
El viento sopló con tanto ímpetu que arrancó las hojas de los más soberbios. También arrancó a seres delicados del aire: las mariposas.
Un árbol de hojas finas vio una nube de mariposas azotada por el viento. Estaban a punto de perecer arrastradas por el huracán. Algunas extenuadas dejaban de aletear y se estrellaban contra el suelo. El árbol no podía permitir que se perdiera algo tan bello, así que abandonó su refugio e intentó salvarlas. El viento soplaba tan fuerte que arrancó sus hojas pero, el extendió sus ramas y todas la mariposas encontraron en ellas refugio.
Cuando cesó el huracán, las mariposas volaron libres y fueron a buscar un lugar más cálido, porque el viento sopló tanto que había traído el invierno.
Los árboles no podían moverse ni huir, porque habían transformado sus pies en raíces para no ser arrastrados por el huracán. El viento pensó que vivir siempre sin hojas sería un castigo exagerado, pero para que los árboles orgullosos no olvidaran nunca su orgullo,
todos los años se llevaría sus hojas y traería el invierno.
Al llegar otra vez la primavera, a todos los árboles les brotaron hojas nuevas. Bueno a todos no, porque al de las hojas finas que había salvado a las mariposas no le salía ninguna. Estaba triste, entonces las mariposas, agradecidas se posaron en él para hacer hojas. Nunca nadie ha visto un árbol tan hermoso. Hicieron esto tanto tiempo, que se convirtieron en hojas de verdad. Y así es como nació el Ginkgo, el árbol sagrado del Japón.
Tomado del Blog: Akane.
"El árbol de las mariposas"
Carlos cano. "Cuentos para todo el año"
Páginas 53 a 61. ANAYA, año 2001
No hay comentarios:
Publicar un comentario