Sesquicentenario es una palabra rara. Significa 150 y es que en 1971 se celebraba en la patria la fiesta 150 de la Jura de la Independencia. El Ministerio de Educación con buen tino decidió aunar a las celebraciones una jornada de gimnasia con la participación de lo colegios de Lima. La presentación sería en el Estadio Nacional el mismísimo 28 de julio. A la par de la gimnasia, en las tribunas habría una contienda de barras entre los colegios. Dos GUE (Gran Unidad Escolar), aceptaron participar en la contienda. El día de la presentación la barra de la GUE Alfonso Ugarte se ubicó en la Tribuna Norte. Mi colegio la GUE Ricardo Palma se ubicó en la Tribuna sur. Cada barra contaba con 1024 alumnos. Yo era uno de ellos. Estábamos distribuidos en 32 filas por 32 columnas. Éramos un gigantesco rectángulo humano.
Dos meses antes, en mayo de 1971 se inició una cruzada en mi colegio. Nos invitaron a participar en una activad que se llamó: La Banderola. Yo me apunté, y tarde a tarde ensayábamos en el patio de la escuela a levantar una bandera (como panel) hecha de tela playa, esta tenía un metro por un metro y tenía un par de bastidores verticales de madera. Contábamos con dos colores: blanco y rojo. Cada alumno tenía una tarjeta, en la que había una clave de colores de acuerdo a la figura identificada con un número y que debíamos ejecutar. Esa tarjeta era como una partitura y la colocábamos con un gancho en la espalda del compañero que teníamos adelante. El número Uno, se refería a la bandera nacional. El Dos a la frase Arriba Perú. La Tres a la insignia del colegio. En la tarjeta, por ejemplo para la uno, me decía que yo debía levantar la banderola roja. Para la figura dos, levantaba la blanca, y así. En otros países a esta actividad le llaman: El Mosaico. La usa El Barcelona FC en el New Camp, pero sobre todo fue impresionante durante las Olimpiadas de 1980 en Moscú. Pero antes que ellos, estuvo en el Perú en 1971.
Los maestros decidieron que deberíamos presentarnos a la contienda con 10 figuras como mínimo. Eso exigía variedad de colores y por tanto una buena cantidad de tela. Se requerían en total 10 mil metros de tela playa. Se pidió la colaboración de todo el alumnado: Secundaria, primaria e inicial. Nos dieron una tarde de asueto para ir a comprar la tela. Invadimos los alumnos las tiendas de Surquillo y Miraflores. Éramos como 5000 estudiantes comprando. Las tiendas se abarrotaron con las largas colas de alumnos vestidos en uniforme comando. Mucha gente se preguntaba: ¿Y para qué tanta tela?
Por mi ubicación me tocaron siete banderolas, o sea siete colores. Me dieron mi tarjeta con las claves para las 10 figuras, y comenzó el ensayo. Sabíamos las figuras que se formaban, pero ignorábamos una secuencia de cuatro formas que no nos dijeron que era. Pasaron los días, y llegó el 28 de julio y yo estaba allí, en el Estadio Nacional.
A las 9 de la mañana, no cabía nadie más. Cuarenta mil personas ocupaban todas las graderías. Los gimnastas de los diversos colegios formaron sobre el césped y se daba inicio con la ejecución del Himno Nacional. Sonaron las primeras notas. Un maestro en la parte baja de la gradería alzó un cartel con el número 1. Yo miré mi clave y debía levantar la banderola roja cuando suene el pitazo. En la barra del Alfonso Ugarte se observaba también un movimiento. Sonaron los pitazos y se formó en cada tribuna una gigantesca bandera. Nosotros sostuvimos los brazos en alto con las banderolas en su posición durante todo el tiempo que duró la ejecución del himno. Los del otro colegio, cumplieron igual. Entre ambos, ya había comenzado la competencia.
Se oyó un: ¡Viva el Perú! . Nosotros "bajamos" la bandera e inmediatamente se nos indicó con un cartel el número 2, levanté ahora el color blanco. Se leía una frase: Arriba Perú. Los del Alfonso Ugarte, levantaron también una nueva figura: Viva el Perú. La gente aplaudía y ya nos miraba a nosotros y vuelta al colegio de la tribuna norte. En eso sonó un pitazo los del Alfonso Ugarte formaron su insignia con las letras AU (Alfonso Ugarte) en amarillo y con fondo púrpura. Era sencillamente impresionante. Nos tocó a nosotros y formamos el Escudo Nacional, era el número 3. La gente aplaudía y aplaudía. El otro colegio formó una figura con el mapa del Perú, Lago Titicaca incluido. Nos tocaba nuevamente y lo que formamos puso mudo al estadio: Machupichu. El público se puso de pie y aplaudió. El Alfonso Ugarte formó los cinco anillos olímpicos. Luego nosotros: Nuestra insignia, e inmediatamente levantamos la secuencia de cuatro paneles consecutivos, yo lo vi en un noticiero de televisión, era un atleta que partía, corría y llegaba a la meta. La figura con la rapidez de nuestra ejecución logró movimiento. Terminamos formando el mosaico: Ricardo Palma. Los asistentes, nos dieron a nosotros como ganadores.
Yo recuerdo esa mañana con nostalgia y con alegría. Fui y soy feliz.
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